El miércoles 24 de noviembre de 2010, la Comisión de , y Culto de la Cámara de Diputados dio dictamen favorable al Proyecto de Ley de Lenguas, que fuera aprobado por la Cámara Senadores el 7 de octubre del presente año. Si bien no todos los miembros de la Comisión votaron a favor, el dictamen marca nuevamente un hito en la de la guaraní y la vida nacional.
La lengua guaraní, la cultura y la historia nos convocan nuevamente a unir fuerzas para hacer entender a los diputados y las diputadas de la nación la necesidad histórica de contar con esta Ley. Una de las deudas históricas con las que llega el Paraguay a su Bicentenario es la renuncia y el soslayo de su identidad y sus lenguas; la gran paradoja de nuestra república, y en gran medida la de los países latinoamericanos, es que la política lograda hace doscientos años no nos ayudó a conquistar nuestra soberanía cultura y lingüística. Sí, como doscientos o trescientos años, el Paraguay sigue sumido en el colonialismo cultural, lingüístico y mental. La Ley de Lenguas creará condiciones favorables para superar esta rémora, conquistar nuestra autonomía y superar la histórica heteronimia, de manera a crear una nueva conciencia a partir del Bicentenario.
Cámara de Senadores ningo omboajékuri ñande Leirã ñañemongu’ére opa hendáguio, Paraguái ha ambue tetãgui; osẽ hagua ñambohayvíkuri correo rupive jerure senador ha senadora-kuéra onohẽ hagua pe Leirã. Ko’ága péva jajapojeyva’erã. Hi’ã ñanohẽmi umi diputado ha diputada-kuéra correo electrónico ha jahai chupekuéra opa rupigui, péicharamo mante ñanerendúta ha omboajéta pe apopyrã.
Así como hemos logrado conquistar la adhesión de miles de personas no solo de Paraguay sino de todo el para insistir, convencer y presionar a los senadores hace dos meses, debemos iniciar una CAMPAÑA NACIONAL E INTERNACIONAL, desde hoy mismo, para que se incluya en la sesión de la Cámara de Diputados lo antes posible el tratamiento del Proyecto de Ley, y lo aprueban. La promulgación de la Ley de Lenguas no es solo compromiso y obligación de las personas e instituciones que nos movemos en el mundo lingüístico y cultural, sino de toda la población paraguaya, y por qué no mundial.
La construcción de un mundo multilingüe, multicultural, intercultural, abierto y respetuoso a los diferentes es un imperativo y una obligación moral de la población mundial, ya que en el actual paradigma del mundo globalizado, más que nunca, toman relieve las fuerzas coercivas homogeneizantes, tanto en lo cultural, lo social, lo económico, etc.
Hagamos llover pedidos por correo electrónico de todo el mundo a los señores diputados y a las señoras diputadas; desde Paraguay podemos acercar notas de pedido de aprobación de la Ley; las distintas organizaciones pueden acercar sus pedidos a la Cámara Baja.
La promulgación de la Ley de Lenguas depende de todos y todas.
Miguel Verón