Argentina: en defensa del guaraní y contra las usurpaciones de tierras indígenas
Por: Cleopatra Barrios (MOMARANDU) *
El investigador jesuita Bartomeu Melià reflexionó sobre la legislación y la enseñanza del guaraní, abogó por la reivindicación de su “derecho original de ser lengua ágrafa” y volvió a denunciar las usurpaciones de los terrenos de las comunidades por parte de empresas agrícolas.
Con sus casi 80 años de edad se mostró en el Congreso de Cultura Popular realizado en Ituzaingó plenamente activo, crítico y comprometido con la realidad de las poblaciones indígenas.
Melià es jesuita, antropólogo, lingüista y uno de los máximos exponentes de la investigación de la lengua y la cultura guaraní y acaba de ser galardonado en España con el premio Bartolomé de Casas por su entrega a las causas de los pueblos indígenas de Paraguay, Brasil, Argentina y Bolivia, así como por su defensa de la lengua guaraní.
Nació en Mallorca (España) en 1932 y se doctoró en Ciencias Religiosas en la Universidad de Estrasburgo con la tesis “La creación de un lenguaje cristiano en las misiones de los guaraníes en el Paraguay”.
En 1954 fue enviado a Paraguay donde vivió hasta que fue expulsado por el régimen de Stroessner por denunciar la sistemática masacre de los guaraníes Aché y regresó a ese país tras la caída del dictador. Ha publicado varios títulos relacionados a la cultura y la lengua guaraní (Guaraníes y jesuitas en tiempos de las Misiones; Elogio de la lengua guaraní; El Guaraní conquistado y reducido; La lengua guaraní en el Paraguay colonial; Paraguay inventado: Pasado, presente y futuro, entre otros). Incluso sus estudios han sido citados como fundamento de la ley 5.598 que convirtió al guaraní en idioma oficial alternativo de la provincia de Corrientes.
El jesuita fue uno de los expositores de mayor prestigio que disertó en el Primer Congreso de Cultura Popular, Lenguajes y Folklore realizado en el Centro Cultural de Ituzaingó y allí fue el encargado de abrir una serie de ponencias el 31 de octubre con la conferencia titulada “El guaraní, una lengua indígena en una sociedad no indígena”.
En ese marco esbozó una serie de conceptos centrales no sólo para repensar las políticas de instrumentación de la enseñanza del idioma en la región, sino para reflexionar críticamente sobre el avasallamiento a los derechos de las comunidades sobre sus territorios y su sometimiento a un sistema de vida, producción y economía que desde la óptica del especialista “requiere de un correctivo indígena”.
Colonialidad y substitución
Melià inició su conferencia cuestionando la “colonización permanente” que agobia al pueblo guaraní. Y recordó cómo la historia colonial, específicamente del caso paraguayo pero extensible a otros países con sociedades indígenas está concebida por una historia de substitución. Substitución de sistemas de vida, comunicación y economía indígenas por sistemas no indígenas.
Entendió que el caso guaraní, las sociedades indígenas tienen algo en común: 1) Un sistema de vida y organización basada en el parentesco, que lentamente ha ido desapareciendo de la sociedad paraguaya. 2) Un sistema de producción e intercambio de bienes y servicios basado en la reciprocidad (jopói: manos abiertas unos para otros) que también ha cambiado con el avance del sistema económico de compra-venta y 3) Un sistema de comunicación de mensajes a través de la lengua, el guaraní, que también ha cambiado y, que según el especialista, se transformó en un lugar de lucha por la dominación.
Venganza y usurpación
Básicamente Melià se refirió a los procesos de modificación en los sistemas económicos y de comunicación de los pueblos guaraníes. Sostuvo que frente a un sistema de reciprocidad, mucho más concreto indígena, la colonia instaura un sistema “complejo y confuso”, “como lo es ahora el actual sistema mercantilista”.
“Para los guaraníes nuestro sistema económico representa un sistema de venganzas. Cada acto de mercantilismo es un acto de venganza sucesiva porque en el sistema de reciprocidad de ellos, tomar lo que el otro no me da, da lugar al tepi: la venganza”, dijo.
En este marco, hizo un alto en la exposición para volver a denunciar la usurpación de los terrenos guaraníes por parte de las grandes empresas agrícolas que avanzan sobre esos espacios con el cultivo de la soja.
“La usurpación de sus territorios está atentando contra el buen vivir, el tekó (cultura, el sistema de hábitos que conforman un modo de ser, la identidad) guaraní” y enfatizó: “Nuestro modelo de sucesivas venganzas necesita tener un correctivo indígena”
Guaraní, una lengua en peligro
Para referirse a la lengua guaraní, sus transformaciones e implicancias, Melià recordó de su reciente paso por España el haber asistido a la proyección del film “La Piel que habito”, última producción dirigida por Almodóvar, cuyo argumento gira en torno a una historia relacionada a la sustitución de la piel biológica por una piel sintética.
“Creo que “La piel que habito” es una metáfora de la lengua. La piel es la persona, es donde cada uno de nosotros encuentra un límite y una frontera donde se establecen los contactos. Nadie está fuera de la piel, nadie está fuera dela lengua. En esas fronteras se establecen las relaciones de amor y de guerra”, señaló y recalcó que “así como la guerra se marca en las pieles muertas y heridas, así también se marca en la lengua”.
El lingüista recurrió a esta metáfora para dar cuenta de manera especial del proceso de substitución de la lengua indígena por la castellana en el proceso de colonización.
Reflexión que va en dirección de lo que señala en su libro “Pasado, presente y futuro” sobre el sentido político de la lengua: “Hay lenguas promovidas por el Estado que son instrumentos de dominio y servilismo. El castellano en América, pero también en España, desde que en él ciertas formas de Estado han tenido esa triste función. La democracia pasa necesariamente por una democracia lingüística (…) El Estado pretendió darle una lengua al paraguayo: el castellano. Lo hizo tan mal que lo dejó sin lengua. Para poder hablar, los paraguayos de hecho han tenido que prescindir alegremente de las enseñanzas impartidas a través de los programas estatales”.
En este sentido, Melià sostuvo que la colonia, entre otros aspectos “es un fenómeno de comunicación” que visto de este modo y teniendo en cuenta no sólo las variaciones dialectales conservados por las sociedades indígenas de ámbitos rurales, y las variaciones que adquirió la lengua de indígenas en las sociedades no indígenas (mezclado con castellano, portugués, etc) “anula la posibilidad de hablar de una noción de lengua pura”.
Atento a las políticas lingüísticas de Estado y las exigencias de normalización en el orden de la ortografía, la gramática y el léxico para la enseñanza, sobre la que tanto Paraguay, como Brasil y Argentina discuten, Melià tal como lo viene haciendo en sus escritos volvió a advertir sobre los peligros de instrumentar operaciones “rupturistas” dotadas de extensas terminologías técnicas a fin de “enriquecer” la lengua, que se den por encima de las necesidades de uso de los hablantes.
En este marco, Melià optó por una afirmación polémica: “La lengua guaraní debe reivindicar su derecho original de ser una lengua ágrafa. Tiene que volver a ser una lengua ágrafa”, para luego recalcar su moción a favor de la recuperación de ese don de la palabra que caracterizó a los guaraníes, desde las familias, en las calles y no por una imposición escolar. “Hasta que esto no suceda esta lengua está en peligro”, recalcó.
Al respecto, enla Congreso Mundial sobre Políticas Lingüísticas que se realizó en Barcelona en 2002, Melià ya había advertido que “La dificultad y hasta la muerte de una lengua puede proceder de que la normatividad se aleje tanto del uso cotidiano, que la lengua deja de ser instrumento que facilita la comunicación”.
Asimismo, en “Pasado, presente y futuro”, obra que presentó en Ituzaingó, un apartado que habla del Guaraní en la Enseñanza Media insiste que lo importante es que “la lengua guaraní sea ante todo una lengua de agradable, de sabrosa y rica comunicación; que los escolares –y como por comunicación afectiva y efectiva, la familia- sientan el gusto por la lengua, opten por ella, la hagan suya, profundicen cada vez más en el universo simbólico del guaraní y hagan de esta lengua un uso alegre y confiado, un instrumento de creación. Imposición de un guaraní autoritario y totalitario, nunca más”.
*argenpress.info